Vacunas
Extracto de disensión médica - el Boletín del Grupo de Reforma de Salud
PERTUSSIS (Tos ferina)
... Un estudio realizado en la Universidad de California, Los Angelas (UCLA), bajo el patrocinio de la Administración de Alimentos y Fármacos, y que ha sido corroborado por otros estudios, relacionan la vacuna DPT (difteria, pertussis y tétanos), y más concretamente, el componente de la pertussis, con el síndrome de muerte súbita infantil. Este estudio permitió descubrir que 53 de cada 145 víctimas del sindrome de muerte súbita infantil, cuyos familiares fueron entrevistados recibieron una vacuna durante las 4 semanas previas a la muerte. Los autores concluyen que "el exceso de muertes en las 24 horas y en la primera semana tras la inmunización y la ausencia de muertes en la cuarta semana posterior a la vacunación fueron significativas desde un punto de vista estadístico". Piden más estudios para fundamentar sus conclusiones, a pesar de que ya sea la tercera investigación y de que las tres apunten ya hacia la misma dirección.
Verano / Otoño de 1992
8 muertes más relacionadas con la vacuna contra el VPH.
Otras ocho muertes en tan sólo los últimos meses han sido relacionadas con la vacuna de Gardasil, Merck & Co contra la transmisión sexual del virus del papiloma humano, una vacuna considerada como obligatoria por muchos Estados para todas las escolares, según los documentos publicados por la organización Judicial Watch -Vigilancia Judicial-. También ha habido otras 1.824 reacciones adversas al fármaco, por lo que el número total conocido de este tipo de problemas suma 3.461 casos, según el grupo de interés público que investiga y procesa la corrupción gubernamental…
WorldNetDaily US. 6 de Octubre de 2007
En septiembre de 2008, la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) de EE.UU seguía negándose a conceder una licencia a la vacuna Cervarix contra el VPH producido por GlaxoSmithKine - por los ingredientes genéticamente modificados y lo demás - al no haber sido satisfechos en cuanto a su seguridad o eficacia aunque, actualmente, se esté administrando en las escuelas del Reino Unido.
En su prospecto de información sobre la prescripción del Cervarix, GlaxoSmithKline enumera los siguientes riesgos:
- Reacciones anafilácticas
- Enfermedad febril severa aguda
- Dolor de cabeza
- Mialgia y reacciones en el sitio de inyección
- Cansancio
- Síntomas gastrointestinales (incluyendo náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal)
- Picor / prurito
- Erupciones
- Urticaria
- Artralgia
- Fiebre
- Mareos
- Infección de las vías respiratorias superiores y otras reacciones en el sitio de la inyección como induración y parestesia local.
Una misteriosa enfermedad paraliza a una niña tras una inyección contra el cáncer cervical
Por Daniel Foggo y Philip Cardy
Una escolar de 12 años se ha quedado paralizada de la cintura para abajo por una misteriosa enfermedad que apareció 30 minutos después de que se le administrara la nueva inyección contra el cáncer cervical.
Ashleigh Cave sufrió mareos y dolores de cabeza poco después de la vacunación en su escuela y su estado se deterioró rápidamente; sufrió varios colapsos en los días posteriores.
Una semana más tarde, fue admitida al hospital tras haber perdido por completo la fuerza en sus piernas. Dos meses después, su estado no ha mejorado.
Su madre, Cheryl, de 37 años, de Aintree (Merseyside) culpa la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) por el estado de su hija, una vacuna que se introdujo en Gran Bretaña en septiembre en el marco del programa de vacunación financiado por el gobierno.
Se les administra a todas las niñas de 12 y 13 años vacunas con Cervarix, un medicamento que estimula el cuerpo para que se defienda él mismo contra el VPH, con el fin de protegerle contra la posterior aparición de cáncer cervical relacionado con el virus.
En EE.UU., más de un año antes de que se diera este caso, se inició un programa de inmunización que usa un producto similar, el Gardasil, y se registraron docenas de "efectos adversos" graves que podrían estar relacionados con la vacunación.
Treinta muertes se han sumado a los casos de síndrome de Guillain-Barré, una enfermedad auto-inmune que puede causar parálisis. Sin embargo, las autoridades estadounidenses han declarado que no hay indicios de que la inyección contra VPH haya causado estas reacciones.
El caso Ashleigh ha sido registrado en la Agencia Reguladora de Fármacos y Productos para la Salud de Gran Bretaña como un caso de posible síndrome de Guillain-Barré, aunque, al parecer, los médicos de la niña lo han descartado.
El organismo también ha indicado que probablemente la enfermedad no fue causada por la vacuna. El médico de Ashleigh, del Alder Hey Children's Hospital de Liverpool, donde la niña se está sometiendo a unas pruebas, dijo que no había tenido una "reacción patológica" a la vacuna.
Cheryl Cave declaró que era imposible hacer caso omiso del momento en el que aparecieron los síntomas de su hija.
Dijo que a los 30 minutos de haber recibido la inyección en la escuela secundaria católica Maricourt, en la mañana del 15 de octubre, Ashleigh se quejaba de fuertes dolores de cabeza y mareos. En las 48 horas siguientes su estado se agravó y sufrió cinco colapsos. Dos días después fueron a visitar a unos amigos en Hampshire, pero de camino, se desplomó de nuevo en el tren.
Fue admitida en el hospital Frimley Park en Camberley (Surrey) donde los médicos diagnosticaron inicialmente un "vértigo y mialgias generalizadas, probablemente debido a las recientes vacunas".
El 22 de octubre, una semana después de que la vacunaran del VPH, fue admitida en el hospital Alder Hey, donde ha permanecido desde entonces.
Su madre declaró: "Al principio trataron de decirnos que eran imaginaciones suyas porque se sentía molestada por sus compañeros en la escuela. . . no mencionan nunca su enfermedad y la vacuna en una misma frase".
Un portavoz de la agencia de fármacos dijo: "El síndrome de Guillain-Barré ocurre naturalmente entre la población. No hay pruebas que sugieran que la vacuna Cervarix pueda causarlo".
GlaxoSmithKline, el fabricante del Cervarix, afirma que según el organismo, este caso "no estaba relacionado con la vacuna".
The Sunday Times. 14 de diciembre de 2008
El peligro de las vacunas y los intereses personales
La entrevista de Jon Rappoport con un ex investigador de la vacuna.
¿Cuántos americanos mueren realmente de la gripe cada año? Pregunte a la Asociación Americana del Pulmón. Mejor aún, lea su propio informe de agosto de 2004, con título "Trends in Pneumonia and Influenza/Morbidity and Mortality" - Tendencias en materia de neumonía y de gripe / morbilidad y mortalidad -. Este informe es producto de la Unidad de Investigación y Asuntos Científicos de Epidemiología y de Estadísticas. En la parte inferior del documento, la fuente aparece como "Report of Final Mortality Statistics, 1979-2001" -Informe Final de Estadísticas de mortalidad, 1979-2001- del Centro Nacional para las Estadísticas de Salud.
Prepárese para algunas sorpresas, y en particular desde que los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) estadounidenses no paran de vocear que el nombre anual de fallecimientos a causa de la gripe suma 36.000 casos. Tan preciso como un reloj. Año tras año, 36.000 personas mueren cada año a causa de la gripe en EE.UU.. La enfermedad mortal. ¡Tengan cuidado! Vacúnense. Cada otoño. No esperen. ¡O la enfermedad podría abatirles en medio de la calle!
He aquí el total de muertes por gripe según el informe (de 1979 a 1995, las estadísticas se publicaron cada dos años): 1979: 604; 1981: 3006; 1983: 1431; 1985: 2054, 1987: 632; 1989: 1593; 1991: 1137; 1993: 1044, 1995: 606, 1996: 745, 1997: 720; 1998: 1724; 1999: 1665; 2000: 1765, 2001: 257.
Hace poco, Tommy Thompson, jefe del departamento estadounidense de Salud y de Asuntos Sociales, declaró que el 91 por ciento de las personas que morían cada año a causa de la gripe en los EE.UU. eran mayores de 65 años. Entonces, haga un simple cálculo para averiguar cuantas personas de menos de 65 años mueren realmente cada año a causa de la gripe. Pero no importa. Las estadísticas brutas sin distinción de edad son lo suficientemente bajas. Muy bajas incluso. Muy, muy bajas.
¿Entiende lo que está pasando aquí? Usted puede consultar mis archivos para leer los últimos artículos sobre este tema y encontrar el argumento que les dedico a los que afirman con tranquilidad: "Bueno, eh, verá usted, eh, a menudo la gripe conduce a una neumonía y por eso más nos vale tener mucho cuidado. Hay muchas muertes causadas por la neumonía, eh, bla, bla, bla...".
Se trata de una gran estafa. El CDC monta un puestecito en la esquina de una calle y sus cómplices pululan a su alrededor repitiendo la cifra de 36.000 muertos mientras los agentes de comunicación instalados en la mesa informativa focalizan su trabajo en la vacuna. La multitud empieza a preocuparse. Un hombre grita, "¿Dónde está mi vacuna contra la gripe? ¡Vamos a morir! Mientras tanto, en el Congreso, se está planeando una medida que les garantice a los fabricantes de vacunas unas primas anuales que alcanzan varios miles de millones de dólares, independientemente del número de vacunas sin utilizar.
Ahora que tenemos una imagen mucho más clara del escaso número de muertes por gripe en los EE.UU. cada año, cabe volver a examinar la cuestión de las vacunas. Si hacemos caso omiso de la histeria relacionada con "el elevado número de muertes a causa de la gripe" y la "necesidad urgente de conseguir la vacuna", ¿qué nos queda? La respuesta es obvia: una labor de comunicación. Se utiliza la propaganda para inflar artificialmente las estadísticas acerca de la gripe y, por lo tanto, y se incita a que la gente acuda a su médico y a clínicas para que se le administre la vacuna. Entonces, ¿Qué pasa con las vacunas? ¿Qué sabemos de su eficacia y de su inocuidad?
Hace tiempo que advierto sobre los peligros de las vacunas, especialmente para los bebés y los niños pequeños, cuyos sistemas inmunitarios no son capaces de resistir frente a muchos de los contaminantes y conservantes tóxicos contenidos en las vacunas. Existen otras razones por las cuales incluso los adultos deberían evitarlas. Hoy, por primera vez, una persona con información privilegiada sobre la industria de las vacunas ha aceptado hablar acerca de sus peligros.
"Dr. Mark Randall" es el seudónimo de un antiguo investigador en el ámbito de las vacunaciones que trabajó durante muchos años en los laboratorios de grandes empresas farmacéuticas y de Institutos Nacionales de Salud estadounidenses. Ahora está jubilado y ha accedido a hablar a regañadientes. En mi opinión, su testimonio coincide con todas las otras declaraciones que he estudiado estos últimos años.
La siguiente entrevista es importante, no sólo porque el Dr. Randall tiene un amplio conocimiento de los riesgos de la vacuna, pero también porque da constancia de los mecanismos internos y del encubrimiento secreto entre el gobierno y la industria de las vacunas - fuentes que aseguran continuamente a los estadounidenses que pueden confiar en ellos. Este pasaje de suma importancia es quizás el mejor resumen que se haya escrito sobre "el cuerpo del delito" en el campo de las inmunizaciones.
Entrevista con un ex investigador de la vacuna
Q (Jon Rappoport): ¿Es cierto que en el pasado estaba usted convencido de que las vacunas eran el sello de una buena medicina?
A (Dr Mark Randall): Sí, es cierto. Ayudé a desarrollar algunas vacunas. No voy a decir cuáles.
Q: ¿Por qué no?
A: Quiero proteger mi privacidad.Q: Entonces ¿piensa que podría tener problemas si sale a la luz?
A: Creo que podría perder mi pensión.Q: ¿Por qué motivos?
A: Los motivos no importan. Cuando una ha sido "miembro del Club", estas personas tienen el poder de causarle problemas. Sé de una o dos personas que fueron vigiladas, hostigadas.Q: ¿Hostigadas por quién?
A: El FBI.Q: ¿En serio?
A: Claro. El FBI utilizaba otros pretextos. Y también puede vérselas con el fisco.Q: Viva la libertad de expresión.
A: Yo era "parte del círculo cerrado". Si ahora empiezo a dar nombres y a pronunciar acusaciones contra los investigadores, podría ocasionarme muchos problemas.Q: ¿Cree usted que la gente debería tener la posibilidad de elegir si debe recibir o no las vacunas?
A: En el marco político, sí. En el marco científico, la gente necesita ser informada para tomar la decisión adecuada. Una cosa es decir que es bueno tener elección, pero si todo es mentira, ¿cómo elegir? Por otra parte, si la FDA fuese dirigida por gente honorable, estas vacunas no estarían autorizadas. Se investigaría hasta el más mínimo detalle.Q: Hay historiadores médicos que afirman que la disminución global de las enfermedades no se debe a las vacunas.
A: Lo sé. Durante mucho tiempo no tuve en cuenta su trabajo.Q: ¿Por qué?
A: Porque tenía miedo de lo que podía descubrir. Mi misión consistía en la elaboración de vacunas. Mi sustento dependía de la continuación de este trabajo.Q: ¿Y luego?
A: Hice mi propia investigación.Q: ¿Y a qué conclusiones ha llegado?
A: El declive de la enfermedad se debe a la mejora de las condiciones de vida.Q: ¿Qué condiciones?
A: Agua más limpia. Redes de alcantarillado avanzadas. La nutrición. Alimentos más frescos. Una disminución de la pobreza. Aunque haya gérmenes por todas partes, cuando uno está sano no contrae enfermedades tan fácilmente.Q: ¿Qué sintió cuando terminó su investigación?
A: Desesperación. Me di cuenta de que estaba trabajando en un sector basado en una sarta de mentiras.Q: Son algunas vacunas más peligrosas que otras?
A: Si. La vacuna DPT, por ejemplo. La vacuna triplevírica SPR (sarampión, parotiditis y rubéola). Sin embargo, algunos lotes son más peligrosos que otros. En mi opinión, todas las vacunas son peligrosas.Q: ¿Por qué?
A: Son varias las razones. Hacen que el sistema inmunitario humano entre en un proceso que tiende a debilitar la inmunidad. En realidad, pueden hasta causar la enfermedad contra la cual se está protegiendo.Q: ¿Por qué nos muestran estadísticas que parecen demostrar que las vacunas han logrado con éxito erradicar enfermedades?
A: ¿Porqué? Para dar la ilusión de que estas vacunas son útiles. Si una vacuna elimina los síntomas visibles de una enfermedad como el sarampión, todo el mundo asume que la vacuna es un éxito. Pero en realidad, la vacuna puede dañar el propio sistema inmunitario. Y es la causa de otras enfermedades - por ejemplo, la meningitis - este hecho es disimulado, porque nadie cree que la vacuna pueda hacer provocarlo. La relación se pasa por alto.Q: Se dice que la vacuna contra la viruela ha eliminado la enfermedad en Inglaterra.
A: Si. Pero cuando uno estudia las estadísticas disponibles, el resultado se ve desde un punto de vista distinto.Q: ¿O sea? ¿
A: Había ciudades en Inglaterra donde las personas que no fueron vacunadas no contrajeron la viruela. Había lugares donde las personas que fueron vacunadas experimentaron una epidemia de viruela. Y la viruela ya estaba en declive antes de que se introdujese la vacuna.Q: ¿Así que está diciendo que nos han estando contando tonterías?
A: Si. Es exactamente lo que estoy diciendo. Es una historia que se han inventado para convencer a la gente de que las vacunas siempre son seguras y eficaces.Contaminación por las vacunas
Q: Ahora bien, usted trabajó en laboratorios donde la pureza era un elemento a tener en cuenta.
A: El público cree que estos laboratorios, las instalaciones de fabricación, son los lugares más limpios del mundo. Pues no es cierto. La contaminación es omnipresente. En las vacunas se introducen todo tipo de desechos.Q: Por ejemplo, el virus del simio 40 (SV40) se introduce en la vacuna contra la poliomielitis.
A: Bueno, sucedió alguna vez. Pero no es lo que quiero decir. El SV40 se metió en la vacuna contra la poliomielitis porque la vacuna fue fabricada a partir de riñones de mono. Pero estoy hablando de otra cosa. De las verdaderas condiciones de trabajo en laboratorio. De los errores. Errores debidos a una falta de atención. El SV40, que fue encontrado posteriormente en tumores cancerosos... eso es lo que llamaría un problema estructural. Se reconocía que era una parte del proceso de fabricación. Si utiliza riñones de mono, se abre la puerta a gérmenes cuya existencia se desconoce.Q: De acuerdo, pero de momento vamos a hacer caso omiso de esta distinción entre los diferentes tipos de contaminante. ¿Qué contaminantes ha descubierto a lo largo de tantos años de trabajo en la industria de las vacunas?
A: Muy bien. Le daré algunos ejemplos de lo que encontré y también de lo que han descubierto algunos de mis compañeros. Daré una lista parcial.En la vacuna contra el sarampión Rimavex, encontramos diversos virus aviares. En la vacuna antipoliomielítica encontramos el acanthamoeba, una ameba "devoradora de cerebro" y el cytomegalovirus del mono. El virus espumoso del mono en la vacuna contra el rotavirus. Virus de cáncer aviar en la vacuna triplevírica. Diversos microorganismos en la vacuna contra el ántrax. Encontré inhibidores enzimáticos potencialmente peligrosos en varias vacunas. Virus de pato, de perro y de conejo en la vacuna contra la rubéola. El virus de la leucosis aviar en la vacuna contra la gripe. Un pestivirus en la vacuna triplevírica.
Q: A ver si le entiendo. Se tratan de contaminantes que no entran en la composición de las vacunas.
A: Así es. Y si trata de calcular los daños que estos contaminantes pueden causar, pues, sería muy difícil de averiguar puesto que ninguna prueba ha sido realizada, o muy pocas. Es una verdadera ruleta rusa. Es un riesgo. Además, la mayoría de las personas no saben que algunas vacunas antipoliomielíticas, de adenovirus, contra la rubéola, la hepatitis A o el sarampión se fabricaron con tejido fetal humano abortado. En estas vacunas, me he encontrado alguna vez lo que me han parecido ser fragmentos de bacterias y el virus de la poliomielitis que podían proceder de este tejido fetal. Si te pone a buscar contaminantes en las vacunas, puedes descubrir cosas sorprendentes. Sabes que no deberían estar allí, pero no sabes exactamente de lo que se trata. Encontré lo que me pareció ser un "fragmento" de cabello humano muy pequeño y también mucosidades. Descubrí lo que sólo puede ser llamado "proteína extranjera", que se puede referir a cualquier cosa. Podría ser una proteína de origen viral.Q: ¡Lo que dice es alarmante!
A: ¿Cómo cree que me sentí? No olvide que estos elementos van directamente en la sangre sin haber previamente pasado por algunas defensas inmunitarias habituales.Q: ¿Cómo fueron recibidos sus descubrimientos?
A: Básicamente, me dijeron "No te preocupes, es inevitable". En la fabricación de las vacunas, se utilizan diversos tejidos animales, y que es ahí donde interviene este tipo de contaminación. Por supuesto, no voy a mencionar siquiera los productos químicos como el formaldehído, el mercurio y el aluminio [aluminio], que se introducen en las vacunas de forma deliberada [como conservantes].Q: Esta información es bastante aterradora.
A: Si. Y sólo estoy mencionando algunos de los contaminantes biológicos. ¿Quién sabe cuántos se pueden encontrar? Los demás, no los encontramos porque no se nos ocurre buscarlos. Si utilizamos, por ejemplo, tejido de ave para fabricar una vacuna, ¿Cuántos gérmenes potenciales puede haber en ese tejido? No tenemos ni idea. No tenemos la menor idea de su naturaleza, ni de los efectos que podrían tener sobre los seres humanos.Falsas suposiciones acerca de la seguridad de las vacunas
Q: ¿Y más allá de la cuestión de pureza?
A: Usted está tratando con la premisa básica errónea acerca de las vacunas: es decir, que estimulan de manera compleja el sistema inmunitario con el fin de crear las condiciones de inmunización contra la enfermedad. Es aquí donde nos equivocamos. No funciona de esa manera. Se supone que una vacuna debe "crear" anticuerpos que, indirectamente, ofrecen una protección contra la enfermedad. Sin embargo, el sistema inmunitario es mucho más amplio y no resume a los anticuerpos y a sus células "asesinas" respectivas.Q: ¿Qué es exactamente el sistema inmunitario es?
A: El verdaderamente el cuerpo entero. Además de la mente. Se podría decir que todo eso forma el sistema inmunitario. Es por eso que, en medio de una epidemia, hay personas que permanecen sanas.Q: Así que el nivel de salud general es importante.
A: Más que importante. Es vital.Q: ¿Cómo proceden para presentar falsas estadísticas sobre las vacunas?
A: Hay muchas maneras de hacerlo. Por ejemplo, supongamos que 25 personas que han recibido la vacuna contra la hepatitis B contraen la hepatitis. Bueno, pues la hepatitis B es una enfermedad del hígado. Sin embargo, se le puede llamar "enfermedad del hígado" a muchas cosas. Es posible cambiar el diagnóstico. Y de esta manera, ya se está ocultando la causa fundamental del problema.Q: ¿Y eso pasa?
A: Todo el tiempo. Tiene que ocurrir, porque los médicos parten automáticamente del principio que las personas vacunadas no contraen nunca la enfermedad contra la cual deberían estar protegidas. Y eso es exactamente lo que los médicos asumen. Verá, es un razonamiento circular. Es un circuito cerrado. No admite errores. No hay errores posibles. Si una persona que ha sido vacunada contra la hepatitis contrae la hepatitis o alguna otra enfermedad, se excluye de forma automática el hecho tenga que ver con la vacuna.Q: En sus años de trabajo en la industria de las vacunas, ¿cuántos médicos de su entorno admitieron que las vacunas planteaban un problema?
A: Ninguno. Hubo algunos [investigadores que trabajaban en compañías farmacéuticas] que, en privado, ponían en tela de juicio la labor que estaban haciendo. Pero nunca habrían revelado esto de forma pública, incluso dentro de sus propias empresas.Q: ¿Cuál fue el punto de inflexión para usted?
A: Yo tenía un amigo cuyo hijo murió después de una inyección DPT.Q: ¿Investigó?
A: Sí, de manera oficiosa. Me di cuenta de que ese niño estaba completamente sano antes de la vacunación. Nada podía explicar su muerte, excepto la vacuna. A partir de ese momento, empecé a dudar. Por supuesto, quería creer que el niño había recibido una mala vacuna procedente de un lote malo. Pero examinando las cosas con más detalle, resultó que no esta vez, no se daba el caso. Me sentí atrapado en una espiral de dudas fue aumentando a lo largo del tiempo. Seguí investigando. Descubrí que, al contrario de lo que yo pensaba, las vacunas eran testadas de manera científica.Q: ¿Qué quiere decir?
A: Por ejemplo, nunca se realizan estudios a largo plazo con una vacuna sobre un grupo muestra. Lo que quiero decir es que no hay un seguimiento correcto y profundizado, teniendo en cuenta el hecho de que las vacunas pueden provocar, con el tiempo, diversos síntomas y graves problemas que salen del marco de la enfermedad contra la cual la persona está vacunada. Una vez más, se supone que las vacunas no pueden causar problemas. Entonces, ¿por qué molestarse en comprobarlo? Sin embargo, la llamada "reacción a la vacuna" está bien definida, de forma que todas las reacciones indeseables deberían aparecer poco tiempo después de la inyección. Pero esto no tiene ningún sentido.Q: ¿Por qué no tiene sentido?
A: Porque está claro que la vacuna sigue actuando en el organismo durante un largo periodo después de la inyección. Una reacción puede surgir progresivamente. El deterioro puede ser gradual. Problemas neurológicos pueden aparecer con el tiempo, y eso, independientemente de la afección, incluso en el caso de un análisis tradicional. Entonces, ¿por qué no puede ser en el caso de las vacunas también? Si una intoxicación química puede surgir gradualmente, ¿por qué no podría darse el caso con una vacuna que contiene mercurio?Q: ¿Y eso es lo que ha descubierto?
A: Si. La mayoría del tiempo existen correlaciones. Correlaciones que no son perfectas. Pero si hay quinientos padres cuyos hijos sufren daños neurológicos en los doce meses después de haber sido vacunados, esto debería ser suficiente para motivar una investigación intensiva.Q: ¿Y eso fue suficiente?
A: No. Nunca. Y esto es muy revelador.Q: ¿A qué se refiere?
A: La gente que investiga no está realmente interesada en examinar los hechos. Ellos asumen que las vacunas son inofensivas. Así que, cuando acceden a investigar, ponen invariablemente las vacunas fuera de causa. Afirman que "estas vacunas son seguras". Pero ¿en qué basan sus conclusiones? Se basan en las definiciones y en las ideas que absuelven automáticamente la vacuna.Q: Hay numerosos casos en los que una campaña de vacunación ha fracasado, donde las personas contrajeron la enfermedad contra la cual habían sido vacunadas.
A: Sí, hay muchos casos parecidos. Y la evidencia es simplemente ignorada. No se toma en cuenta. Los expertos dicen, cuando acceden a hablar del tema, que son situaciones aisladas, pero que de forma general la vacuna ha demostrado ser segura. Pero si se suman todas las campañas de vacunación donde hubo daños y enfermedades, es evidente que no son casos aislados.Conflicto de intereses
Q: ¿Alguna vez habló de este tema con sus compañeros cuando seguía trabajando en la industria de las vacunas?
A: Sí, lo hice.Q: ¿Cómo reaccionaron?
A: Varias veces me dijeron que guardara el silencio. Me dieron a entender claramente que debería volver a mi trabajo sin más contemplaciones. En algunas ocasiones suscité miedo. Algunos colegas trataron de evitarme. Temían ser declarados "culpables por asociación". Sin embargo, en general, me anduve con cuidado. Me aseguré de no crearme problemas.Q: ¿Si las vacunas hacen realmente daño, ¿por qué se administran?
A: En primer lugar, no hay ningún "si". Son dañinos. Se convierte en una cuestión más difícil de tratar en las personas que no parecen demostrar ningún daño. Entonces se llega al tipo de investigación que debería hacer, pero que no se lleva a cabo. Los investigadores tendrían que esforzarse en elaborar alguna plantilla, u organigrama que muestre exactamente lo que las vacunas hacen el en cuerpo en el momento en que penetran en él. Esta investigación no se ha realizado. En cuanto a la razón por la cual se dan las vacunas, podríamos pasarnos dos días enteros enumerando todas las razones. Como ya lo ha dicho, a diferentes escalas del sistema, cada uno tiene sus motivos: el dinero, el miedo a perder su trabajo, el deseo de ganar puntos, el prestigio, los premios, la promoción, un idealismo equivocado, un irreflexivo hábito, y así sucesivamente....Q: El bombo sobre la vacuna contra la hepatitis B parece ser un chollo.
A: Creo que sí, efectivamente. Decir que los bebés deben recibir la vacuna y, justo después, admitir que una persona contrae la hepatitis B mediante relaciones sexuales y compartiendo las agujas es una yuxtaposición ridícula. Las autoridades médicas tratan de cubrirse las espaldas afirmando que más o menos 20.000 niños en los EE.UU. contraen cada año la hepatitis B por "causas desconocidas", y que por eso todos los bebés deberían ser vacunados. Discuto esta cifra y los llamados estudios que la sostienen.Q: Andrew Wakefield, el médico británico que reveló el vínculo entre la vacuna triplevírica y el autismo, acaba de ser despedido del hospital londinense donde trabajaba.
A: Si. Wakefield realizó una gran labor. La correlación que estableció entre la vacuna y el autismo son impresionantes...Q: También sé que en Hollywood, si un famoso declara públicamente que no quiere vacunas, estará cometiendo un suicidio profesional.
A: Hollywood está muy vinculado al cártel médico. Hay varias razones, pero una de ellas es simplemente que a partir del momento en que un actor es famoso, cualquiera de sus declaraciones puede tener un enorme impacto mediático. En 1992, asistí a su manifestación en contra de la FDA en el centro de Los Ángeles. Uno o dos actores se manifestaron en contra de la FDA. Desde ese momento, es difícil encontrar un actor que se ha pronunciado en modo alguno contra el cártel médico.Q: Dentro de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), ¿cuál es el estado de ánimo global?
A: La gente lucha para obtener fondos de investigación. Poner en tela de juicio el status quo es la última cosa que se les pasa por la cabeza. Ya se están dedicando a una guerrilla interna por ese dinero. No necesitan más problemas. Es un sistema muy aislado. En definitiva, está basado sobre la idea de que la medicina moderna es un gran éxito. Admitir problemas sistémicos en algún campo es lo mismo que poner en duda toda la empresa. Se podría pensar que, por lo tanto, el último lugar donde se podría considerar la posibilidad de una manifestación sería en los NIH. Pero es exactamente lo contrario. Si cinco mil personas se presentan allí exigiendo respuestas sobre los beneficios reales de este sistema de investigación, exigiendo conocer qué beneficios han generado para la salud pública, los millones de dólares invertidos en este organismo, podría ser el principio de algo importante. Podría ser la chispa que enciende la mecha. Si estas controversias se multiplicasen, podrían generar muchas repercusiones. Los investigadores, o al menos algunos, podrían empezar a hacer revelaciones.Q: Es una buena idea.
A: La gente iría tan cerca de los edificios como lo permitiría la policía. Gente en traje, con ropa informal, madres, bebés. Gente rica, gente pobre…toda clase de gente.Q: ¿Qué puede decir acerca del poder destructivo combinado del número de vacunas que se administran hoy en día a los bebés?
A: Es una mascarada y un crimen. No existen estudios exhaustivos hecho al respecto. Una vez más, se supone que las vacunas son seguras, y, por lo tanto, que cualquier asociación de vacunas es también inofensiva. Pero la verdad es que las vacunas no son seguras. Por lo tanto, el daño potencial aumenta cuando se administran muchas vacunas en un corto período.Q: Luego, en otoño tenemos la temporada de la gripe.
A: Si. ¡Como si fuese sólo en otoño que estos gérmenes procedentes de Asia afluyesen hacia los EE.UU.! Y el público se lo traga. Si esto sucede en abril, es un resfriado malo. Si ocurre en octubre, es la gripe.Q: ¿Se arrepiente de haber trabajado todos estos años en la industria de la vacuna?
A: Si. Pero después de esta entrevista, me arrepentiré un poco menos. Y trabajo de otras formas. Revelo informaciones a ciertas personas cuando creo que las van a utilizar de forma adecuada.La necesidad de aportar pruebas y de realizar estudios sobre la inocuidad de las vacunas
Q: ¿Cuál es su mensaje para el público?
A: Que la responsabilidad de establecer la inocuidad y la eficacia de las vacunas les incumbe a los que fabrican y autorizan su uso sobre el público. Es tan sencillo como eso. Esta responsabilidad no nos incumbe. Y para obtener pruebas hay que realizar estudios a largo plazo y bien elaborados. Hace falta un alto seguimiento. Es necesario entrevistar a las madres y prestar atención a lo que dicen sobre sus hijos y lo que les ocurrió después de la vacunación. Se necesitan todas estas cosas - cosas que no tenemos.Q: Cosas que no tenemos.
A: Si.Q: Para que no haya confusión, me gustaría revisar, una vez más, las enfermedades que las vacunas pueden provocar - qué enfermedades, la forma en que ocurre, etc.
A: Resumiendo, estamos hablando de dos posibilidades de resultados peligrosos. La primera: la persona contrae la enfermedad transmitida por la vacuna. Contrae la enfermedad contra la cual la vacuna debería protegerla, porque la vacuna se elabora a partir de una versión de la enfermedad. La segunda posibilidad: la persona no contrae esta enfermedad, pero llega un momento (inmediatamente o posteriormente), presenta los síntomas de otra enfermedad causada por la vacuna. Puede tratarse de autismo (lo que cualificamos de autismo) o de otra enfermedad como la meningitis. Esto podría acarrear una deficiencia mental.Q: ¿Hay alguna forma de comparar la frecuencia relativa de estos diferentes efectos?
A: No. Debido a que el seguimiento es insuficiente. Sólo podemos especular. De cien mil niños que reciben la vacuna contra el sarampión, es imposible saber de forma segura cuántos niños contraen el sarampión y cuántos desarrollan otros problemas debidos a la vacuna. Es exactamente lo que estoy diciendo. Las vacunas son supersticiones. Y con las supersticiones, no hay hechos que se puedan utilizar. Sólo son historias, y la mayoría tienen como objetivo reconfortar la gente en sus creencias. Pero, a partir de muchas campañas de vacunación, podemos reconstituir un relato que revela cosas muy inquietantes. Personas se han visto perjudicadas. El daño es real, puede ser profundo y puede significar la muerte. El daño no se limita a unos pocos casos; eso es lo que han tratado de hacernos creer. En EE.UU., existen grupos de madres que atestan sobre el autismo y las vacunas infantiles. Se dan a conocer y se levantan durante las reuniones. Están esencialmente tratando de colmar el vacío creado por los investigadores y los médicos que simplemente le dan la espalda al problema.Q: Déjeme preguntarle lo siguiente. Tomemos por ejemplo, el caso de un niño nacido en Boston, que tiene una dieta sana, una actividad física diaria, que recibe el amor de sus padres y que no ha sido vacunado contra el sarampión, ¿cuál sería su estado de salud en comparación con cualquier niño de Boston, que se alimenta mal, que ve la tele cinco horas al día y que está vacunado contra el sarampión?
A: Por supuesto que hay muchos factores implicados, pero apuesto por el estado de salud del primer niño. Si contrae el sarampión a los nueve años, probablemente lo llevará mucho mejor que el segundo niño. Siempre apostaría por el primer niño.Q: ¿Cuánto tiempo ha trabajado en el campo de las vacunas?
A: Un largo período de tiempo. Más de diez años.Q: Mirando hacia atrás ahora, ¿puedes recordar una buena razón para afirmar que las vacunas son eficaces?
A: No, ninguna. Si tuviera un hijo ahora, lo último que permitiría es vacunarlo. Me iría a vivir a otro estado si hiciese falta. Cambiaría de apellido. Desaparecería con mi familia. No digo que estaré obligado a llegar a esos extremos. Hay medios más distinguidos para esquivar el sistema si sabemos como actuar. En cada estado, le pueden dispensar de la vacunación por motivos religiosos o filosóficos. Pero si las cosas se agravasen no dudaría en marcharme.Q: Y sin embargo, en todas partes hay niños que son vacunados y que parecen estar sanos.
A: La palabra clave es "parecen". ¿Qué hay de todos los niños que no pueden centrarse en sus estudios? ¿Qué hay de los niños que tienen rabietas a menudo? ¿Qué pasa con los niños que no están en posesión de todas sus facultades mentales? Sé que hay muchas causas para estas cosas, pero las vacunas son una de las causas. Yo no me arriesgaría. Y francamente, no veo ninguna razón para permitir que el gobierno se salga con la suya. Según mi experiencia, el término "medicina de estado" es una contradicción. Es lo uno, o lo otro, pero no las dos cosas.Q: Las reglas del juego deberían ser iguales.
A: Si. Permitir que se vacunen los que lo deseen. Permitir que los disidentes se nieguen a hacerlo. Pero, como lo he dicho antes, no hay igualdad de condiciones si el juego está trucado. Y se trata de los niños, los padres toman todas las decisiones. Los padres necesitan una fuerte dosis de verdad. ¿Qué pasa con el niño del que hablé y que murió a causa de la vacuna DPT? ¿En qué tipo de información se basaron sus padres? Les puedo decir que se lo pensaron mucho. No eran informaciones fiables.Q: Los responsables de la comunicación médica, de acuerdo con la prensa, asustan a los padres con el peor de los escenarios sobre lo que pasaría si sus hijos no se vacunan.
A: Hacen que parezca un crimen rechazar la vacuna. Que equivale a ser malos padres. Y es estando mejor informado que se puede combatir eso. Nunca es fácil luchar contra las autoridades. Y esto es una decisión personal. Cada uno elige su campo. A los cárteles médicos les gusta esa clase de apuesta. Es casi seguro que el miedo ganará.
Jon Rappoport
2004
Nota: | Al igual que los fármacos, todas las vacunas antes mencionadas fueron testadas en animales durante varios años antes de obtener una licencia. Como ya sabemos, los animales no reaccionan de la misma manera que los seres humanos a las sustancias, debido a las diferencias relacionadas con su absorción, su distribución, al metabolismo, a la respuesta y a su eliminación. |
Articulo pidiendo una Comisión Real de Investigación del Ministerio de Salud sobre la fabricación de la Reunión meningocócica (meningitis) de la OMS: Noticia del Independent News: http://www.scoop.co.nz/stories/print.html?path=GE0609/S00080.htm
Extracto de la carta de "apelación" de Legión Real Británica (organismo británico de apoyo a los ex combatientes)
... Cuando Richie se alistó en las Fuerzas Armadas, lo hizo plenamente consciente de los riesgos implicados. De hecho, se apresura a subrayar que nunca le pedirá nunca al Gobierno una indemnización por el estado de salud en el que se encuentra y que sigue deteriorándose. Sin embargo, dado que atribuye su mala salud a su participación a la Guerra del Golfo, está decidido a luchar por su derecho a una pensión de invalidez de guerra completa.
Richie sirvió en el Golfo como electricista en tierra para la Royal Air Force, se encargaba de supervisar la construcción de refugios utilizados en caso de guerra nuclear, química y o biológica. Como la mayoría de las tropas británicas, recibió una serie de vacunas que en teoría los protegería. Desgraciadamente, parece ser que estas vacunas han tenido el efecto contrario y cayó enfermo inmediatamente, al igual que dos otros miembros de su equipo que tuvieron que ser ingresados en el hospital. A pesar de no sentirse bien, Richie siguió trabajando y asumió las tareas de sus dos compañeros enfermos, porque sabía que sus vidas podrían depender de los albergues.
A su regreso del Golfo, la salud de Richie siguió deteriorándose. Padecía dolores agudos en el pecho, asma, angina de pecho y fatiga crónica. Sus ataques de tos eran tan fuertes que ha menudo perdía el conocimiento. También experimentó cambios de humor, una depresión severa y problemas para mover su pierna derecha. Ahora ha perdido por completo el uso de su pie, de su rodilla y de su tobillo derechos. En 1994 no tuvo más remedio que dejar las fuerzas armadas por culpa de lo que llamamos ahora Síndrome de la Guerra del Golfo.
Una vez integrado de nuevo a la vida civil, que era difícil llegar a final del mes, Richie se acercó la Agencia de Veteranos (VA) y obtuvo menos del 20% del importe total de la pensión de invalidez de guerra. Richie estaba indignado ya que estaba convencido de que su estado era el resultado de su servicio en el Golfo.
Estaba decidido a continuar la lucha y le pidió a la Legión que lo representara en su apelación. Tras una larga serie de apelaciones en su nombre, que tardaron mucho tiempo, se logró con éxito que Richie obtuviese el 90% de la pensión de invalidez de guerra.
Noviembre de 2007